martes, 21 de mayo de 2013

Se abre el telón


“La esperanza excesiva es lo opuesto a la desesperación. Un amor abrumador puede consumirte al final.” Vincent Valentine FF VII

Se abre el telón:

Pero, ¿De quién es la culpa?, ¿Qué hice mal?, Si no hubiera hecho esto, no lo habría provocado, se hubieran pensado las cosas con más calma, más o menos, ¿Qué significa esa palabra? ¿Cómo puedes tomar una decisión y estar más o menos envalentonado a llevarla a cabo? ¿Así derepente? Por favor dame fuerte en la cabeza para olvidar.

Todo es como decía Aristóteles una relación de causa y efecto, eres tú quien controlas tu vida. Tus actos y tus aptitudes te llevaran por la senda que hayas elegido, ya sea un camino de espinas, lava o hielo. Si no tienes monedas para Caronte no te preocupes, te cobrará a precio de risas y lágrimas.

Podrás decir cosas como ‘’ tienes a tus amigos, que siempre te apoyarán’’.
Tu amigos, aunque con buenas intenciones te apoyarán mientras estén, te darán la mano siempre que su camino esté adyacente al tuyo, pero como todo, los brazos tienen un límite de contorsión y los lazos más fuertes se pueden ver cortados por la cuchilla del destino.
‘’No te preocupes ya encontrarás el amor’’ El problema de no encontrarlo es porque buscamos en el sitio incorrecto, no está en el pecho…está más abajo.

Mi posición negativista  al fin y al cabo también da una vuelta de tuerca, puesto que muchas veces  no nos damos cuenta de que nunca nos sentimos vivos de verdad hasta que pierdes a alguien, por desamor, muerte o por una simple palabra ‘’Adiós’’. Nunca nos damos cuenta que estamos realmente vivos hasta que hay algo consumiendo tus entrañas.
Nunca estamos lo suficientemente vivos, hasta que nos damos cuenta que queremos morirnos. Lo curioso es que si sientes que quieres morirte es porque sientes que estas vivo.

domingo, 13 de enero de 2013

El Lenguaje de las cosas


El consumismo y el papel de diseño en el capitalismo
es un tema que en cierta manera me enerva, pero más que nada por la
actitud de zombis con síndrome de de Diógenes que tiene la gente frente a
los objetos.

El síndrome de comprar cosas que no necesitas, incitado por el
diseño de Raymond Loewy: el que entra por los ojos y se clava en la sien,
diseño que no te dejará pensar en nada más y te amargará la vida hasta que
obtengas ese preciado tesoro. Ya sea por el color o la forma que le da al objeto,
una forma de cachorrito con ojos tristones que te mira fijamente.

Para colmo el objeto tiene una longevidad tan breve que ni siquiera te dará
tiempo a cogerle cariño, la gráfica del portátil se sobrecalentará y su batería
morirá, las bombillas de tu casa se fundirán y tendrás que hacer malabares
subido a una escalera y, para colmo, cuando te despiertes una mañana, el que
era tu móvil de última generación, se habrá convertido en un ladrillo.

El diseño ha pasado de ser un acto altruista por el mundo y para el mundo a
una herramienta para enriquecer a unos cuantos a costa de la manipulación
de los sentimientos. O bien para engrandecer la figura de algún artista charlatán
infiltrado en el diseño que solo busca saciar su ego, y ¿Por Qué no?, ya
que estamos, sus bolsillos también.
¿Será el gran empresario el culpable de esta metamorfosis? ¿Nos habremos
vendido los diseñadores?
Deyan Sudjic, en su obra ''El lenguaje de las cosas'' explica muchas diferencias entre artistas y diseñadores,
pero me atrevería a afirmar que pese a tantos contrapuntos, el artista y
el diseñador son hijos de la misma madre, me atrevería a decir que el diseñador
es un artista frustrado, que ha sido educado dando prima importancia a
la funcionalidad del objeto y dando, muy a su pesar, una postura meramente
de reclamo a la estética.
Pero pese a este complejo de hermano gemelo malvado mantengo la postura
de Morris frente al diseño funcional del objeto, el diseñador es una persona
que tiene como misión resolver los problemas del mundo.

Visto desde un punto externo, no me parece lógico que cada diseñador tenga
que hacer una silla distinta, es como si cada uno tuviera que dejar hecho alguna
en su vida de diseñador, solamente indagando en la estética olvidándose
totalmente de la funcionalidad, como si quisieran hacer su propia versión
del Guernica, con sillas tan complejas e incómodas que servirían más como
artilugios de tortura que como lugar de descanso.

Un razonamiento que me pareció muy interesante en el apartado de la moda
es que las piezas que suelen presentarse en los desfiles son cosas tan excéntricas
que ni el más loco de los locos llevaría puesto por la calle, pero Sudjic
proponía que esto se puede tomar como un prototipo de vestimenta; como
en la Fórmula 1, nadie irá por la calle conduciendo uno, pero sus adelantos
tecnológicos servirán para los coches de la calle, tales como ahorro de combustible
o gomas más económicas.
Pero pese a esto, considero y más después de leer este libro, que la moda es
más como el diseño publicitario, se entromete en el cine vistiendo a figuras
como Richard Gere y convierte sus pasarelas en un Olimpo de famosos,
lugar organizado de tal manera, que son los famosos los que abren el desfile
antes de que éste comience.
Por otro lado la parte que el autor exponía de los uniformes sociales me
apasionó, como las tribus sociales toman una serie de elementos y los adoptan
como uniforme, ya sea tener cierta actitud, llevar determinadas prendas y
utilizar ciertos objetos. Dichos objetos que están determinados queramos o
no por la moda.
También me gustó en contrapunto del uniforme militar, que se aleja de la
moda y el diseño superficial para adaptar un carácter más funcional, que en
muchos casos pueden significar la vida o la muerte en un campo de batalla,
como por ejemplo los distintos tipos de camuflaje militar: para selva, desierto
o nieve entre otros.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Destino Intercambiador


¿Cuándo hemos cambiado? Nosotros, que nos creemos dioses del Olimpo hemos conquistado los mas altos picos, hemos jubilado a Hades, rendimos culto a la implacable espada de Ares y ya Afrodita no es más que una figura bulímica con el logo de Mac tatuado en la frente.
De este Olimpo de cristal, humo y asfalto ya solo queda la reminiscencia de una gloria que una vez creímos que tuvimos.

De las fraguas del gran Teide surge la herencia de la revolución industrial, un monstruo sobre raíles.
En su interior porta un mundo en miniatura, un ‘’Little Big Planet’’ en el que nosotros los ‘’muppets’’ interactuamos de múltiples formas, desde una mirada que se cruza sin querer hasta un ceder el asiento o una conversación con tu compañero de clase.
Somos como unos 30 o más animales compartiendo un mismo espacio reducido, pero ¿Qué nos hace no matarnos entre todos? La molesta respiración profunda del que tienes al lado, la señora que pone sus posaderas encima de tu chaqueta o el loco que se pasa el trayecto entero contándote su vida mientras tu buscas una rendija para poder escapar.
¿Puede ser la ética y la moral? ¿El miedo a la cárcel? ¿O el miedo a que seas tú el que salga mal parado? no lo sé. Son múltiples las causas que harían a uno perder la cordura y comenzar una matanza al más estilo Tarantino.

Todo mundo para su correcta funcionalidad y organización ha de constar de unas normas, además de las propias de ciudadanía.

1 – Cederás el asiento a embarazadas, minusválidos, niños  y mayores.
2 – Aún tendrás que ceder el asiento a las bicicletas.
3 – Dejarás salir antes de entrar
4 – No mirarás a nadie fijamente, resulta incómodo.
5 – Te taparás la boca al toser.
6 – Tocarás el botón de emergencia sólo cuando sea una emergencia.
7 – Te comprarás unos auriculares.
9 – Si no llegas a tiempo para coger el tranvía, jódete y coge el siguiente.
10 – Pagarás el trayecto.

Además son necesarios unos agentes de esta ley que hagan que se cumplan.
La función de estos agentes que aparecen de repente, como si de ‘’Terminator 2: El juicio final’’ se tratase, es la de dar caza a aquellos delincuentes que pecan de morosidad. Una escusa más para recaudar bienes bajo una máscara de falsa moralidad colgando a tus ojos la manzana roja de la tentación.

Esta ballena de jonás consta de un sistema automatizado, el cual ofrece una justicia implacable y uniforme para todos, da un tiempo para salir y entrar; aparece en un intervalo exacto de tiempo y ofrece un tiempo del trayecto exacto sistematizando nuestras vidas, creando monotonía y depresión por los minutos perdidos  que pasamos mirando siempre el mismo paisaje, inmóviles e inexpresivos.
No hace distinción entre transeúntes, es una fría máquina capaz de cortar por la mitad el cuerpo de un padre que trata desesperadamente que su hija no se quede en la estacada,  y carente del remordimiento de salvar solo a unos pocos dejando a muchos necesitados sin esperar, sin volver la vista atrás.  

Pero era de esperar, esta barca de Caronte, es obra de los dioses, creadores de este mundo social, seres imperfectos y como era de esperar creadores de imperfeción.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Wasapeando


Sin duda hoy en día vivimos una época en la cual la omnipotencia no es representada con una túnica y una larga barba blanca, sino como un ser frío, carente de sentimientos, como un asesino por defecto.  Llámalo como quieras, ‘’feisbuc’’, BB, brazo robótico o Helicóptero Apache, no importa.

Como su mesías, se le puede otorgar la corona de espinas al Whatsapp o el ‘’Guasah’’.
Este mesías nos promete que todo va a ser maravilloso, nos proporciona una comunicación prácticamente telepática con otros animales sociales, irrumpiendo de manera descarada, en cualquier lugar o circunstancia. Solo bastan dos notas polifónicas para crear una respuesta tan inmediata que llegamos a ser capaces de dejarlo todo para atender a esa llamada, como si el llanto de un recién nacido se tratase.

Lo que más nos gusta de este mesías es su falsa ‘’gratuitidad’’, para tener este superpoder, primero hemos de tener un móvil, aunque ya no se puede definir como un gasto puesto que prácticamente nos viene incorporado de serie; luego contratar con una línea telefónica y luego contratar una tarifa Llamadas + Internet, en conclusión, sí que cuesta algo, aunque después de entregar dicha ofrenda, ya nos podemos hartar a mandar millones de palabras por el planeta de forma ilimitada, y es aquí cuando entra la dependencia tecnológica, el vicio de consumirnos en un mar de polifonías, múltiples e incesantes tecleos que suenan como si estuviesen transmitiendo un código morse aconteciendo así a la muerte del sms y la inutilidad del altavoz del móvil para la comunicación.

Ya no hace falta pegarte el móvil a la oreja  para hablar, se ha optado por una postura más horizontal con la cabeza agachada y la mano ofreciendo una pantalla acompañada de un teclado que o bien puede ser analógico o bien digital. Esta adaptación me hace plantearme que nosotros al igual que las máquinas evolucionamos, nos adaptamos al ambiente, hemos corregido nuestra postura, nuestra comunicación, nuestra estructura ósea y diversos estudios exponen que estamos suprimiendo el dedo meñique del pie debido a su inutilidad; esto me hace pensar que al vivir pegados a un teclado ¿No hará evolucionar también nuestras manos? Sólo me viene a la mente unos dedos largos, finos y con múltiples articulaciones que nos permitan contorsionar nuestra mano y moverla de forma rápida y ergonómica como si de una escena de Silent Hill se tratase, puede que sea algo retorcido, pero es algo digno de plantear.

También podemos hablar de uno de los apóstoles: el check. Ese Judas que nos chiva al oído si el mensaje ha sido leído, pudiendo llegar a acarrear grandes catástrofes, celos, desconfianza, llegar a pensar que esa persona nos está ignorando solo es una pequeña muestra de lo que este susurro puede acontecer.

Situaciones como ‘’wasapear’’ mientras ves el capítulo de una serie, que para colmo seguramente sea subtitulada; mantener una conversación cara a cara mientras hay un intruso virtual o dividir la atención del conductor en la carretera son casos muy comunes de esta dependencia tecnológica. No me sorprendería que se hallaran  casos extremos como wasapear mientras estás en el baño o haciéndolo con tu pareja, son casos extremos aunque dignos de una viñeta de ‘’Cuanta Razón’’.

Bueno, una vez expuesto este artículo, si eres una persona prowhasapp no te sientas ofendi@, aunque posea una postura negativa frente a esta aplicación seguramente acabe sucumbiendo a su poder tarde o más temprano, táchame de hipócrita si quieres pero al fin y al cabo, igual que tú, soy una víctima más del sistema.

Y un consejo amistoso, cuando estés en el baño asegúrate en el momento que te vayas a limpiar el culo que lo que tienes en la mano sea el papel higiénico.